DIARIO
DE APRENDIZAJE
Toma II
Desde el inicio de la clase de Psicología Social I, debo confesar que… “no me siento como pez en el agua”, hasta cierto punto me he sentido y siento como un SÚPER BICHO RARO y a pesar de que las clases ya pronto terminarán, aún no he podido adaptarme a las actividades realizadas en clase.
He
inferido últimamente que se puede deber a que, yo considero que mis
compañeros de clase “sobrepasan” mi forma de pensamiento… sí,
he creído que si digo algo podría regarla* y menos me hablarían
(teniendo en consideración que aún así, no me habla la mayoría de
mis compañeros).
A
pesar de que la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM)
tiene la mera convicción de ir eliminando todos esos paradigmas ya
establecidos en cuanto a la forma de enseñanza-aprendizaje, también
comprendo que puede ser un proceso largo y difícil, y viene esto a
colación porque recuerdo que desde la primaria me atemorizaba el
hecho de hablar frente al público y, oh gran sorpresa, aún me sigue
sucediendo en la UACM y es porque aún tengo “tatuado hasta los
huesos” que el profesor es el único que posee el conocimiento para
poder decir qué está o no bien, que los estudiantes solo escuchan,
leen, memorizan. Y no cuestionan más allá de los visto en clase.
Sin embargo, como lo hemos trabajado a lo largo de la carrera de
Promoción de la Salud, nosotros mismos (todos) somos los que
forjamos el conocimiento, los que le damos ese papel estelar dentro
de la enseñanza institucional y por ende, significado.
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