“El
miedo y la cultura de guerra: impactos de la “norteamericanización” de la
seguridad”
(México,
un caso de estudio)[1]
Desde mi muy particular punto de
vista, me resulta muy impactante el hecho de que nosotros como sociedad hemos “normalizado y naturalizado” la
violencia y más allá de eso, me resulta aún más impactante el hecho de que como
sociedad lo hemos permitido sin siquiera poder decir ¡Basta!, y creo que hasta cierto punto se debe a que hemos sido
víctimas de alguna o de otra forma de la opresión de la que tratamos controlar
o erradicar a través de leyes y reformas.
“Nos hemos acostumbrado a vivir en medio de la violencia y la guerra,
con muertos, desaparecidos, torturados y desplazados; con militares y
policías-militares que patrullan las calles en una demostración de fuerza,
subametralladora en mano; con delincuentes que a plena luz del día y, también
armados, cobran su cuota de extorsión en los negocios…”[2]
Durante las charlas en clase acerca de
la violencia e inseguridad que vivimos como sociedad, he reflexionado acerca de
lo que somos como sociedad (en conjunto) –podría parecer justificación y
supongo que alguien podría sostenerlo- debido a las diferencias existentes
entre las personas, estamos haciéndolas permanentes y por lo tanto, estamos más
separados el uno del otro (más hablando del territorio sentimental/sensible de
cada persona). Las personas han ido “construyendo”
barreras físicas, psicológicas, emocionales, etc. para que no puedan ser
lastimados y por lo tanto, será en un tanto difícil a entrada de nuevas ideas
y conocimiento que intensifique la unidad como sociedad, es decir, como un
conjunto inquebrantable que pudiera resistir ataque alguno.
“Vivimos juntos porque todo
el tiempo necesitamos contar lo que nos pasa (dejarlo en la memoria de otr@s)”
A
continuación, les compartiré las reflexiones que pude rescatar durante la
videoconferencia con María José Rodríguez Rejas (Profesora-investigadora de la
Universidad Autónoma de la Ciudad de México), así como también las ideas que se
construyeron en clase (antes), a partir de los puntos de vista de mis
compañerxs:
- El Estado como tal, es el encargado de ir “introduciendo”, ya sea a las fuerzas armadas o a los narcotraficantes, para que a partir de ello se construyan las condiciones necesarias/suficientes para que vivamos dentro de la sociedad.
- ¿Cómo se educa a los hombres y mujeres con respecto al MIEDO? POSIBLES RESPUESTAS: a partir de la pérdida de algo, ser lastimados (violar nuestra intimidad como individuos), la muerte.
- La dinámica del miedo favorece de alguna o de otra manera el control.
- Las políticas de seguridad implementadas se encuentran estrechamente relacionadas con los tipos de guerra existentes, las cuales se encargan de desestabilizar territorios, romper el tejido social, así como a las instituciones.
- El enemigo puede ser cualquiera y puede estar en cualquier lugar, por lo tanto, la guerra (psicológica, económica, cultural, social, etc.) es permanente y total.
- El cuerpo es utilizado como un instrumento en el que se inscriben aquellos mensajes que se fijarán en la memoria de la sociedad; a partir de la tortura se le niega a la sociedad ciertos ideales, tales como: Vida, Memoria, Continuidad, etc., es decir, que van más allá de la muerte.
“Hay que recuperar memorias
para NO olvidar y así, evitar que se repita”
Bibliografía:
Rodríguez,
R., “El miedo y la cultura de
guerra: impactos de la “norteamericanización” de la seguridad (México, un caso
de estudio)”, en América Latina en las nuevas tendencias
hemisféricas y de integración, Universidad
Iberoamericana, México (En imprenta),
[1] Publicado en
Dario Salinas (Coord.). América Latina en las nuevas tendencias hemisféricas
y de integración, Universidad Iberoamericana, México (En imprenta)
[2]
Rodríguez, R., “El miedo y la cultura de guerra: impactos de la
“norteamericanización” de la seguridad (México, un caso de estudio)”, en América
Latina en las nuevas tendencias hemisféricas y de integración, Universidad Iberoamericana, México
(En imprenta), pp. 6.
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